Tus hijos y el sol
El sol en los niños es responsable de quemaduras y alergias en el corto plazo y de enfermedades de la piel a largo plazo.
La piel de los más pequeños es presenta una mayor delgadez y sensibilidad que la de los adulos y estos suelen estar más expuestos a los rayos ultra violeta por sus actividades al aire libre durante todo el año.
Cuanto más clara sea la piel, más necesidad tendrá de un índice de protección más elevado. En los niños, una piel clara requerirá de un Factor de Protección Solar 60 y una más oscura o bronceada de no menos de 40.
Los productos que elijas para tus hijos deben ser resistentes al agua y deberás tener en cuenta que los baños repetidos, el roce de la arena o de la toalla; características propias de sus juegos; contribuyen a disminuir la eficacia de las pantallas solares, por lo que deberás reaplicárselos con frecuencia.
Dales de beber frecuentemente pues la radiación y el calor pueden producirle deshidratación.
Como padres, debemos siempre dar el ejemplo, manteniendo nosotros mismos las medidas de fotoprotección para que nuestros chicos las sigan con mayor facilidad y las comprendan cabalmente.
Es importante destacar que la acciones de prevención sobre el sol, no deben tener como objeto aumentar el numero total de horas de exposición ni promover un bronceado intenso, sino permitir una exposición razonable sin riesgos.